Dos heridos de guerra
bailando una canción lenta,
mientras las bombas caen alrededor nuestra.
Solo bajo tus brazos pude encontrar
el tratado de paz.
Que la única pelea que tengamos
sea la de nuestros pulgares
cuando las manos entrelazamos.
Que nuestras pistolas
se queden sin balas,
de tanto disparar al aire,
mientras gritamos
cuánto nos amamos.
Porque para sembrar el terror
ya están los que nos gobiernan sin pudor.
Que sea el amor y no el odio, el que nos mueva.
Nosotros nos quedamos en la trinchera.
😍😍😍😍
Me gustaLe gusta a 1 persona
No sabes cuánto me alegra que te guste Ana. Es un verdadero placer que gente a la que admiras le guste lo que haces. ¡Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me sonrojas!! Mil besos!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pingback: La frase de la semana XLVIII – Ana Centellas
Muchísimas gracias por compartir mis versos en tu web Ana. Como ya te dije, es todo un honor que alguien a quien tienes tan idolatrada, muestre ese interés por ti. Aprovecho para desearte toda la suerte posible con tu nominación en los premios Blogosfera.
¡Un abrazo!
Me gustaMe gusta
Ojalá y el amor venciera en todas las guerras. Precioso poema. Besos a tu alma.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ojalá Maria del Mar, ojalá.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona